Sigo viviendo aquí
Sigo pidiéndole opinión al desaire
El tiempo parece que no pasa Para los muertos de algo
Un resfriado de lluvia
Que no llueve
Una palabra que no se quita el velo
Unas manos que no han dejado de ser mías
A pesar de haberme negado ante otras manos
Cuelga del muro cuarteado de mi cuarto
La misma certera incertidumbre
Que cuando jugaba al superhéroe
Y perseguía bandidos que robaban veranos
Cuelga también un marco sin foto y sin memoria
La ventana está enferma de quietud y desgana
Yo y mi pasado vivimos entre un aleteo y otro
Del colibrí que todas las mañanas
Remoja su pico en la herida del Cristo
martes, 2 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario